viernes, 23 de marzo de 2012

Carta de una desconocida.

"..Una noche me dijo: Venga, desnúdate ahora mismo. Y yo, que aún daba cuenta de un delicioso mousse de chocolate y no había apurado mi copa de champán, lo miré sorprendida y, como vacilara, se me acercó, puso el índice, recto, debajo de mi... mentón y, ascendiéndolo lentamente, me hizo levantar. Yo temblaba y en mi estremecimiento sentí que la entrepierna se me mojaba, mientras los pechos delataban mi agitación. Luego castigaré tu torpeza, me susurró fríamente, ahora desnúdate, ¡venga!
De pie, junto a la mesa, empecé a despojarme de mi ropa. La chaqueta primero, que colgué en el respaldo de la silla, y la blusa seguidamente. Él, que giraba y giraba a mi alrededor, me tomó por la cintura y me arrancó el sostén con la derecha, en tanto devoraba mis pezones, mordiéndolos con brío. Sigue, sigue, exigió, y dejé que mi falda se escurriera despacio, antes de despojarme de las medias y bajarme las pantaletas finalmente.
Él siguió dando vueltas, inspeccionando con sus ojos quietos todo lo que a su vista se mostraba, hasta que, de improviso, puso su mano sobre mi sexo y, apretando la zona del pubis, me empujó hasta la pared. Allí, consciente de mi excitación, rebañó con los dedos el abundante flujo que me manaba de la vagina y los llevó a mi boca. Chupa, mandó, y yo le obedecí, degustando mi propio sabor y aspirando un aroma que, poco a poco, se se fue esparciendo por toda la estancia.."



--Jacobo Fabiani-- "Carta de una desconocida"
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario