martes, 13 de marzo de 2012

Sin nombre.

"..Una pesadilla te asalta con frecuencia:
llega una mujer herida, por la noche,
a tu casa
-sitúas el agujero en el pecho, a la izquierda...
Su sangre al brotar mancha
... tu puerta, al apoyarse,
casi desvaneciéndose...
Quiere que la dejes entrar.
Es como el alma de una amante
muerta y resucitada
hambrienta aún
sólo que no está muerta. Y aunque el vello en tus brazos
se eriza y un aire frío
que de ella proviene
cruza tu umbral,
no has visto a nadie más viva que ella
cuando te toca, apenas roza tu mano
con la izquierda suya, su mano limpia,
y un "por favor" susurra,
en cualquier idioma...
Tú no eres médico ni nada parecido.
Has llevado una vida normal,
lo que un observador llamaría "sin tacha".
Detrás, en la mesa,
hay un cuenco con fruta,
una silla, un cuchillo,
un plato con pan...
Es primavera, y el viento de la noche
huele, húmedo, a amargo
y a flores tempranas.
La luna irradia su belleza
que como belleza ves al fin,
tan cálida y ofreciéndolo todo.
... Sólo hay que tomarlo.
Oyes ladrar perros distantes.
La puerta está entreabierta
o entrecerrada:
así permanece y tú no puedes despertar.."



--Margaret Atwood-- "Sin nombre"


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